En Red O 1999. Simposio de Música Electroacústica
AMEE. Côclea. Orquestra del Caos

Paisaje Sonoro
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El paisaje sonoro es una experiencia común a gran número de especies dotadas de sistema nervioso. También es un elemento esencial para su supervivencia : el éxito de la adaptación al medio depende en parte de la precisión y premura con que ciertas señales acústicas son identificadas. Para bien o para mal, fueran quienes fueran, vinieran de las llanuras formadas por las cenizas de la explosión del Gnorongoro o no, si nuestros antepasados no hubieran sido capaces de detectar a sus depredadores a kilómetros de distancia en la oscuridad, no estaríamos aquí.

Fueron capaces de ello gracias al sentido del oído. Los pobladores Massai de las llanuras del Serengueti conservan un umbral de audición muchísimo más bajo que el de los habitantes de las metrópolis ruidosas donde el nivel y las características de los sonidos que cada fuente emite no se corresponde directamnte con su peligrosidad intrínseca. No parece que haya habido mutación alguna : mientras que los Massai, o también, por poner otro de los numerosos ejemplos, los pueblos de las estepas de la Siberia meridional y los bosques de la Taiga de Tuva, mantienen en estado de relajación constante el dispositivo tensor del tímpano, los habitantes de las grandes y ruidosas urbes están condenados a tensarlo con tal persistencia que en pocos años termina por esclerosárseles irreversiblemente.

El resultado es que los integrantes de la cultura del ruido oyen mucho menos de lo que hubieran podido oír, ya que su margen dinámico de escucha es mucho menor de lo que su propia naturaleza les permite. Parece contradictorio que una cultura como la nuestra, que tanta importancia da a la música -tradicionalmente la llama arte de los sonidos-, someta a sus integrantes a situaciones claramente determinantes del deterioro creciente de los canales perceptivos por los que la información sonora accede a sus mentes.

Sin embargo muchos artistas sonoros del mundo entero se interesan - desde hace por lo menos cincuenta años- por el mundo sonoro que nos rodea. Han sabido escuchar, no solamente los sonidos de las culturas musicales, no solamente los sonidos de la voz humana y del lenguaje, sino, más allá, el murmullo incesante del mundo sonoro que nos rodea -objetos, animales, plantas, fenómenos atmosféricos- llamado "paisaje sonoro" por asimilación al "paisaje visual" (o paisaje, a secas) que descubrimos hace cinco siglos y que ha sido objeto y sustento de toda evolución en la pintura occidental hasta hace muy poco.

Independientemente de los pormenores culturales que puedan condicionarla, parece que el conflicto es una pieza clave del desarrollo de la inteligencia humana. Para estar en disposición de enfrentarse sin sobrecarga a los nuevos conflictos que puedan presentarse, en cuanto alguno es detectado se hace imperativo resolverlo lo más definitivamente posible. La Asociación de Música Electroacústica de España, Côclea y la Orquestra del Caos, conscientes de la problemática que, tanto en el ámbito ético como en el estético, plantea la modificación activa del paisaje sonoro, y con la esperanza de que esa experiencia acústica de sutileza sea algún día no lejano compartida por todos, desean, con la realización de esta nueva edición de En Red O, sensibilizar a la opinión pública, informar acerca de la realidad e importancia del paisaje sonoro y dar a conocer el trabajo de esos artistas del mundo entero que son conscientes de la gran riqueza acústica de los entornos en los que viven y llevan a cabo sus proyectos. Vaya por delante nuestro sincero agradecimiento a todos ellos, que nos han obsequiado con sus obras, porque así han hecho posible lo que hace unos meses tan sólo llegaba a ser un vago proyecto.

José Manuel Berenguer