autofotóvoros


proyecto producido por



con la colaboración de asociación sinkro para la producción

instalación. arte electrónico . robótica . autoorganización y cinética

fotografías   

películas

autofotóvoros
simulación autoejecutable para macos10.4.x o superior. versión alpha01 macos10.4.x o superior y windowsXP. 6 fotóvoros se dirigen a una mancha de luz. para cambiar su posición de la mancha, barra espaciadora

aplicación de control y reacción a la posición de los autofotóvoros
autofotóvoros
versión alpha01. para ordenador sin instalación. ejecutables macos10.4.x o superior y windowsXP. código maxmsp-jitter

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las aplicaciones de autofotóvoros de José Manuel Berenguer están sujetas a una licencia creative commons reconocimiento-no comercial-compartir bajo la misma licencia 3.0 España License
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Taller asociado. Creación, robótica y elementos electrónicos




1. Introducción

El espíritu de esta instalación radica en mi interés por la organización espontánea y la aparición de fenómenos emergentes complejos. Ello acostumbra a ocurrir en colectividades integradas por estructuras individuales de características funcionales idénticas y elementales que se distribuyen en red. En virtud de ello, así como de las características propias de los materiales que integran sus elementos, esas colectividades pueden presentar propiedades estéticas. Ese es el punto de partida desde el que en los años novena me adentré en el dominio del movimiento robótico. Fue con la lectura apasionada de las experiencias en psicología sintética que el profesor Valentino Braitenberg pormenoriza en su libro Véhicles. Inspirado en esas contribuciones seminales, trabajo con autofóvoros, unos dispositivos electrónico-mecánicos dotados de fototaxia positiva, la habilidad de dirigirse por sus propios medios hacia las fuentes de luz más brillantes de su entorno. Yo diría, sin embargo, que, más que dotados, los imagino achacados de ella, porque, si bien se trata de su propiedad fundamental, también es su mayor defecto : serían capaces de destruirse a si mismos en la a menudo peligrosa empresa de alcanzar la luz que tanto parecen ansiar. Siguen gradientes de luz, tal vez como el pensamiento que Ludwig Wittgenstein imaginaba "trabajándose" hacia ella. En la inexorable búsqueda del objeto de su deseo, tienden a desplazar o sortear cualquier obstáculo que se les interponga en el camino. Por eso, cuando en un medio con una concentración puntual de luz, se ponen en funcionamiento varios autofotóvoros, al llegar a la proximidad del foco de atención, compiten. Si sus patas se enredan con cables o con las patas de otro, su circuitería se encarga de deshacer el entuerto. La instalación está integrada por 21 robots, de manera que, en presencia de alguna fuente de luz, se organizan colectivamente a su alrededor. En ese proceso, se encuentran con sus iguales y se relacionan. Se crean así conflictos, de ésos que Luigi Nono gustaba identificar como los motores del mundo y que de una manera u otra trataba siempre de introducir en sus obras, también como generadores de substancia artística. Los choques, no se sabe si debidos al amor o al odio, a ambas cosas o quizá a ninguna, son la base de la conducta autoorganizada de la estructura constituida por todos ellos. Sea lo que sea que hagan, amor o guerra, la actividad de los autofotóvoros toma forma en agrupaciones espontáneas con aspecto de racimo, condicionadas en última instancia por la posición del punto de luz, así como por las posiciones iniciales de cada elemento robótico. Si la concentración de luz cambia de lugar, la distribución espacial de los robots evoluciona hasta un nuevo punto de estabilidad, de manera similar a las que se producen cuando en plena calle la gente se agrupa por una u otra causa.

La fuente de luz principal es un foco motorizado. Lo controla un ordenador que ejecuta una aplicación basada en el empleo de una librería de herramientas para la visión artificial. La posición y los puntos de movimiento de los robots son inferidos a partir de la imagen de una cámara de infrarrojos estratégicamente situada. El algoritmo tiene en consideración especial las luces verdes y rojas que los autofotóvoros tienen en sus caras externas. Cuando la dispersión de la posición de los robots es alta, el foco permanece inmóvil a la espera de que los autofotóvoros vayan llegado. Por el contrario, cuando es baja, el foco se mueve al azar. De acuerdo a las características estructurales de la distribución de posiciones, la aplicación decide un nuevo punto donde centrar un área circular de iluminación. Se consigue así que las condiciones lumínicas del espacio de posibilidades de la actividad robótica se modifiquen y, con ello, que los robots se despisten, cesen sus enlazamientos y dejen de pelear o lo que sea que estén haciendo, para ponerse nuevamente a la búsqueda de la fuente de su estímulo preferido. De esta manera, por medio del control de la causa principal de litigio, el sistema se autoregula. Se trata de un sistema cibernético de primer orden que podría ser tomado como modelo elemental de conductas de agregación.

La información de la posición donde los movimientos de los robots tienen lugar alimenta dos algoritmos de generación de sonido. Uno es un filtro de convolución. El otro, un dispositivo típico de granulación. A esos objetos sonoros, que únicamente se materializan en el espacio de la sala a través de los altavoces y generan así una especie de entorno quasi-selvatico virtual, como las patas de los autofotóvoros levantan su cuerpo y lo dejan caer, se añaden los sonidos de sus choques contra el suelo. También, los rechinares de sus abrazos. Los datos de posición se emplean, además, en la deformación de dos superficies virtuales proyectadas en los extremos de la sala. En la superficie del terrario donde los autofotóvoros evolucionan hay dispuestos una serie de sensores piezoeléctricos. Cuando en su andar cancrizante y aparentemente descontrolado los robots caen sobre alguno de ellos, mutan las texturas proyectadas sobre las superficies virtuales. Igualmente lo hace la espacialización del sonido : la señal de la caída de un autofotóvoro sobre un sensor activa la variación de la distribución de los sonidos electrónicos en una matriz de ocho altavoces. Emerge a partir de todo ello una alegoría de la existencia de conductos entre lo material y lo inmaterial. Las ideas actúan en el mundo. El pensamiento se asienta sobre la materia y la transforma.





El contenido estético de esta propuesta se enraíza en tres dominios :

1.1 La realidad, es decir, el espacio de exposición, donde los autofotóvoros y el haz de luz evoluciona. Toma forma de terrario delimitado por un zócalo negro mate de 20 cm de altura, que impide la huida de los autofotóvoros en pos de puntos luminosos extemporáneos.

1.2 La representación visual, que se encarna en imágenes generadas en tiempo real a partir de la información de la posición del punto de luz y de las de los autofotóvoros, que en el tiempo generan trayectorias. Se muestran en un conjunto de monitores dispuestos en la frontera del terrario o en proyecciones de datos cercanas a él.

1.3 La representación sonora, integrada por el comportamiento sonoro, también generado a partir del proceso en tiempo real de las señales mecánico-acústicas que proceden del movimiento de los autofotóvoros, de sus choques entre ellos y con el suelo, y son captadas por sensores piezoeléctricos adheridos a la superficie del terrario en posiciones aleatorias.

La realización incluye el ensamblaje de un buen número de robots en sus placas y el de los captores piezoeléctricos que se conectan a las entradas de audio de un interfaz para informar al ordenador del estado de activación a través del puerto fire wire, así como la programación del comportamiento del punto de luz que se mueve en el terrario de insectos electrónicos en función de la proximidad de sus posiciones y determina su comportamiento.

La aplicación que genera las imágenes y los sonidos está escrita en MaxMSP-Jitter a partir de un dispositivo de visión artificial, integrado por una cámara digital de infrarrojos de buena calidad, con un ojo de pez capaz de recoger imagen de la totalidad del terrario y de las rutinas externas de dominio público para Jitter CV, de Jean Marc Pelletier. Con la información suministrada por el sistema, la aplicación genera imágenes electrónicas en tiempo real. También tiene en cuenta los momentos, las intensidades de activación y los espectros de la señal de los captores piezoeléctricos para generar sonido.

2. Materiales y recursos

Para la realización la instalación, son necesarios los siguientes recursos :

2.1. De 15 a 30 autofotóvoros de solarbotics, http://www.solarbotics.com/products/k_tb/ . El suministro tarda unos 15 días.

2.2. Hay que contar también con 8 pilas AAA recargables para cada robot. 4 para cada hora y media. Por eso tiene que haber personal para cambiarlas a lo largo de la exposición, que puede proponer dos pases diarios. Uno por la mañana y otro por la tarde.

2.3. 30 dispositivos recargadores de baterías AAA. Conviene que las 4 baterias de reserva de cada robot carguen durante la utilización de las otras 4.

2.4 14 Captores-Sensores cerámicos circulares piezoeléctricos.

2.5 14 resistencias de 10 MegaOhm 1/4 de Watt

2.6 Un ordenador donde corra MaxMSP-Jitter con comodidad (Intel 2.3 Core 2 Duo, mínimo) y tenga instaladas las rutinas CV. Debe disponer de puertos USB y 2 Fire-Wire libres.

2.7 Una cámara de infrarrojos de buena calidad que se pueda fijar en el techo. Puede ser una web cam, pero el cable no puede tener más de 15 metros si es así. Las USB no dan buen resultado. La mejor opción es una cámara analógica de buenas prestaciones, con un ojo de pez que suministre imagen de todo el terrario, con salida de video compuesto y un convertidor de señal de video compuesto a Fire-Wire. Yo uso Canopus 55. Debe instalarse alrededor de 6 metros de altura

2.8 Número indeterminado de monitores planos TFT o 2 proyectores de datos.

2.9 Distribuidor de señal XVGA para los monitores.

2.10 Una interfaz de audio para el ordenador con 8 entradas/salidas de audio.

2.11 Ocho altavocitos autoamplificados para el sonido.

2.12 Soportes para los altavocitos.

2.13 Foco motorizado con interfaz para DMX con sujección al techo de la sala

2.14 Interfaz DMX para ordenador, como lanbox lce, lcx o lcm http://www.lanbox.com/products/products.html

2.15 Cableado para ordenador-lanbox (ethernet o usb). La longitud depende de las dimensioens del espacio.

2.16 Cableado para lanbox-foco motorizado. La longitud depende de las dimensiones del espacio.

2.17 Cables para todo : cámara, interfaz vc-fire-wire, interfaz de audio fire-wire, altavoces, alargador serie, usb.

2.18. Herramientas para soldar. Multímetros, todo ese tipo de cosas... Estaño, pinzas, destornilladores.

2.19 materiales de tipo plástico, tornillos, palomillas, etc, para fijar las pilas a los bichos, que si no, se caen. Seguro que salen muchas pequeñas cosas más de este tipo.

Habrá que multiplicar los componentes del kit de montaje autofotóvoros y las herramientas por el número de integrantes del taller o grupos (según se decida la formación de equipos de realización de las esculturas)

2.20 Espacio

Se necesita un espacio amplio donde se pueda llevar a cabo las instalaciones siguientes

2.20.1 Terrario de 8 m. x 8 m.

2.20.2 Foco móvil a más de 6 m.

2.20.3 Cámara de infrarrojos a 6 m de altura 2.20.4 Monitores de plasma TFT alrededor del terrario o Proyectores de datos en el techo